A mediados de los
años 80`s a los hijos de Don Sabino Caycho Napán: Urbano, Abdón, Pedro Caycho
Vega, les renació el sentimiento navideño y el amor a su pueblo llamado Uquira,
pues todos sabían tocar los instrumentos musicales como la flauta que era
tocado magistralmente por Don Sabino, sus hijos Pedro en el violín y Urbano en
el arpa. Don Urbano posteriormente fue muy reconocido en el valle, lució su
arte por toda la quebrada llegando a los recónditos pueblos de Yauyos y tuvo presentaciones
importantes en diversos teatros de Lima
con el folclore de las Pallas o Pastoras. Recuerdo mucho una presentación en el
Teatro Segura de Lima participando en un Concurso de Bailes Folklóricos del
Perú.
Por esas fechas juntaron
a las Srtas del Vóley del Sport Arica: Nancy Quiroz, Rita Quiroz, Zoila Caycho, Maritza Caycho, Katty Chumpitaz, Delia
Chumpitaz y Pilar Quiroz que aun era una niña, y les enseñaron y ensayaron las
diversas “cruzadas”. De todo este grupo de srtas. fueron de aprobación del
exquisito gusto de Don Sabino: Maritza Caycho, las hermanas Rita y Pilar Quiroz
quienes junto a pallas de renombre de Coayllo –la capital o zona centro del
Distrito- fueron la sensación de los Residentes en Lima. Llegaban al entonces
distrito de El Agustino en la Cooperativa Universal la Colonia Uquirano-Coayllana
que residía en los distritos de Chorrillos, Villa el Salvador y La Victoria
principalmente.
Para muchos de mi
generación fue asombroso (sobretodo por mi niñez) ver todo el ceremonial de
aquella manifestación religiosa y devoción al niño Dios; escuchar la melodía
algo melancólica y a la vez pegajosa y aprender a reconocer los diversos tipos
de melodías (la de las pallas, la de la gamita, la del torito, la de la cruz, la
de las famosas “relaciones”); tener miedo al principio al negrito “jurujuru”
que salía despavorido con un látigo en mano; escuchar los cánticos de las
pallas al son de voces fuertes y entonadas; escuchar las relaciones de las
Pallas que generalmente empiezan en un “hoy 25 de Diciembre venimos a adorar al
niño Dios… y terminan con una puesta de pañuelo a algún espectador especial,
escogido por la palla” ver la rivalidad-cortejo entre la palla y el sonajero en
el baile “El torito”; la quema de la azucena al son del “pobrecita mi azucena
que ya se va quemar, a las 12 de la noche se quema mi azucena”, entre otros
tantos detalles que puedo estar dejando escapar.
Pero no todo se
trata de músicos y pallas, los Sres. Sonajeros también juegan un papel muy
importante, particularmente de todos los Sonajeros que se vieron en ese recinto
de El Agustino, creo que dejaron escuela por aquellos tiempos los Sres. Feliciano
Napán “Don Shano” con un baile muy sobrio y estricto con las pallas (no le
gustaban los errores), Víctor Quiroz conocido como “Vito Marinero” quien tenía
un quiebre y quimba distinto que junto a una forma especial de colocar el tórax
erguido, se le notaba un estilo caballeresco y formal que le daba la camisa
azul almidonada que lucía.
Hoy en día para los
Uquirano- Coayllanos ha cambiado el escenario (Villa el Salvador), ha cambiado
la familia que lo organiza (ahora los Quiroz Zavala, hijos de precisamente
Víctor Quiroz); han cambiado las pallas (se vieron lindas jovencitas alrededor
de los 20, descendientes de apellido Quiroz), han cambiado los sonajeros (los hijos
de Don Víctor); han cambiado los músicos (mención especial a “Don Lino”); pero
no ha cambiado ese fervor religioso, ese cariño a nuestra música, no ha
cambiado ese traspaso generacional que vamos dejando para que lo nuestro
continúe. Hoy ya no está mas Don Sabino y algunos de sus hijos, pero para
Uquira lo que empezó como un gusto artístico hoy continua dicha herencia en la
que ellos aportaron su granito de arena. Feliz Navidad al son de nuestras
Pallas y que la historia continúe!!!